Los esquites son una delicia culinaria que la mayoría de los mexicanos disfruta, es fácil encontrarlos en cualquier ciudad y existen muchas variedades, aunque la esencia es la misma.
La palabra Esquites proviene del náhuatl Ízquitl, de Icehqui “tostar en comal”. Son considerados un clásico de la cocina mexicana callejera y tienen preparaciones variadas según la zona del país, pero podría decirse que en la actualidad lo más común es el grano de elote hervido en agua con sal, epazote, con mayonesa, crema, queso con limón y chile.
Las viejas leyendas aztecas cuentan que los esquites fueron creados por Tlazocihualpilli, la única mujer que gobernó a los Xochimilcas y quien dio vida a platillos como el Necuatolli, Atole con miel, o los Tlapiques, Envoltorios en hoja de tamal.
Fray Bernardino de Sahagún, uno de los mayores historiadores de la Nueva España, describe en sus escritos una versión antigua del esquite, este platillo se comía cuando se llevaban a cabo los festejos de la diosa Cihuapipiltin, a quien se encomendaba a las mujeres que morían en el primer parto. Se cree que con el paso del tiempo y la creatividad fueron surgiendo los esquites como los conocemos hoy en día, aunque son consideradas preparaciones mestizas, sus orígenes son prehispánicos por el elote, el epazote y el chile, pero muchos otros ingredientes claves como el limón, tuvieron que agregarse después con la llegada de los españoles; se cree que el queso y la mayonesa, fueron parte de la influencia francesa del siglo XIX.
Hoy en día no existe feria, zócalo, fiesta popular o parque central en las ciudades que no los tenga, son esenciales en la cultura mexicana y un antojito que une a las familias.
En Mamazzita hemos reinventado este clásico de México y le agregamos langosta caribeña, convirtiéndose en una de las estrellas de nuestro menú. El sabor suave de la langosta y el maíz blanco tierno lo hacen una total delicia para tu paladar.
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